domingo, 10 de abril de 2016

39 aniversario de la legalización del PCE


El PCE fue legalizado un 9 de abril, sábado santo, de 1977. Hoy, 39 años después no podemos olvidar lo que supuso aquél momento. 39 años después no podemos dejar de dar las gracias a aquellos que lucharon por y en el PCE durante su ilegalidad, aquellos que lucharon por la clase obrera y por sus derechos en un momento en el que ser comunista, y que te pillaran, era castigado con la cárcel y la muerte.

En 1921 se creó el Partido Comunista de España. Un Partido necesario para la clase obrera, un partido necesario para los trabajadores, para los niños, las niñas, para las mujeres. Un partido formado por los y las mejores comunistas, que querían devolver la dignidad a sus vidas. Una dignidad que les había sido robada al no poder dar de comer a sus familias, al no poder estudiar.

El PCE jugó un papel fundamental en la guerra civil con la formación del Quinto Regimiento, donde muchos camaradas del partido lucharon. Donde muchos camaradas del partido dieron su vida por la República y por la democracia. Otros corrieron diferente suerte, tuvieron que exiliarse para no morir. Otros sufrieron la represión fascista con torturas, cárcel , fusilamiento... Todos ellos comunistas, muchos de ellos, la mayoría, del PCE.

El poeta Marcos Ana, es uno de esos comunistas que fueron encarcelados por sus ideas, por su posición política, por militar en el PCE. Aquí un extracto de su biografia donde explica en las mejores palabras, cómo Marcos sabe, lo que significaba ser del PCE:

"Un día, cuando me encontraba en la Dirección General de Seguridad tirado en la celda, lleno de sangre y hecho un guiñapo, de repente sentí que me lanzaban un papel por el ventanuco. A rastras, como pude, cogí el papel. Era un retrato de Lenin, que alguien había arrancado de algún libro. Nunca supe quién me lo mandó. Lo cierto es que, para mí, desde ese momento, fue como si yo ya no estuviera solo. Como si alguien estuviera vigilando y controlando mi situación y mi comportamiento. Tenía el retrato enterrado bajo la arenilla del suelo de mi celda. Cuando bajaba, lo desenterraba y hablaba con él: «Mira, camarada, cómo me han puesto, pero no temas, que yo tendré fuerza suficiente para defender al partido»

Defensores del PCE como Marcos Ana y otros tantos comunistas anónimos fueron los que lucharon durante más de 40 años en la dictadura franquista para defender los derechos de los trabajadores, para hacerle frente al franquismo, para defender la izquierda y sus posturas.

Y por fin, llegó ese 9 de abril de 1977. Y por fin, llegó la legalización del PCE.

"Lo recuerdo por la expresión de alegría de la gente que había estado muchos años en la clandestinidad", reflexiona el dirigente del PCA y edil ovetense Roberto Sánchez Ramos. Aquel día, muchos seguidores de la organización «comprobaron la importancia de las ideas y la cohesión de las mismas».

 Vicente Gutiérrez Solís: "Fue uno de los días más felices de mi vida, después de cuarenta años bajo el yugo de la dictadura», asegura este histórico dirigente del que entonces se conocía como 'El Partido'. El primer pensamiento -añade- fue «para aquellos que se quedaron en la cuneta. A aquellos que hicieron posible escribir estas páginas en la historia les corresponde, al menos, un hueco grande en la memoria: «Con la legalización se demostró que valió la pena tanto sacrificio»"

Ese padecimiento lo sufrió durante los años de represión Manuel García. 'Otones', como le conoce todo el mundo, vivió buena parte de la dictadura detrás de los barrotes de las cárceles franquistas. «Conozco todas las de España», bromea este hombre que sufrió «doce años, nueve meses y 25 días» de encarcelamiento por defender sus ideales. La carta de naturaleza para el PCE le cogió en Bilbao, donde trabajaba tras ser perseguido en Asturias por su militancia. «Brindamos por el recuerdo de todos los camaradas que estaban en prisión o que habían muerto», 

«Aquel sábado santo fue una jornada de gloria para los comunistas», asevera Eladio de Pablo, director teatral. Nada más confirmarse la noticia, los seguidores de la organización salieron a la calle con el 'Mundo Obrero' en las manos, distribuyéndose por distintos puntos de Gijón con banderas y megáfonos, «ganando nuestras zonas de libertad». 


Todas las calles y plazas de España se llenaron de banderas con el logo del PCE, de banderas de hoces y martillos, de personas que gritaban vivas al PCE, de comunistas que ya podían respirar tranquilos, de comunistas que podían enseñar orgullosos su carnét sin tener que esconderlo.

Por su parte, Alejo García, periodista de Radio Nacional, tuvo que releer varias veces la noticia para darla a conocer a la población española al no dar crédito a la noticia que estaba transmitiendo. Aquí la transcripción del locutor de radio:
"Señoras y señores, hace unos momentos fuentes autorizadas del Ministerio de Gobernación han confirmado que el Partido Comunista... perdón... que el Partido Comunista de España ha quedado legalizado e inscrito en el... perdón... (entra música)... Hace unos momentos fuentes autorizadas... (entra de nuevo la música)». Así de atropellado fue, hace treinta años, el anuncio de la legalización del Partido Comunista de España realizado a través de RNE. Detrás del micrófono estaba Alejo García, un periodista que empezaba entonces su carrera y a quien la emoción de dar la noticia y tener que subir una planta del edificio de Prado del Rey a toda prisa le dejó sin resuello"

La legalización del PCE supuso una victoria y una recompensa a aquellos y aquellas camaradas que entregaron su vida al partido para conseguir una vida digna para todos, unas condiciones laborales dignas, para conseguir la igualdad de la mujer, el derecho de libertad de expresión....

La legalización del PCE supuso también la vuelta de figuras de referencia y de importancia para el partido como Rafael Alberti y Dolores Ibárruri. Y otros tantos camaradas anónimos que después de 40 largos años de exilio pudieron volver al país que les vió nacer y crecer.

Hoy 39 años después seguimos luchando por vuestro PCE. 

Gracias Queridxs Camaradas por vuestro ejemplo.