martes, 28 de marzo de 2017

La Última Frontera Del Capitalismo



La primera batalla siempre se libra es la del lenguaje, así que vamos a llamar a las cosas por su nombre: a lo que desde sus inicios, allá por los años 80 del siglo pasado, se ha llamado vientre de alquiler, ahora lo quieren llamar gestación subrogada huyendo de las connotaciones negativas de la denominación original. Pero los hechos siguen siendo los mismos, una empresa y una pareja (o una persona de manera individual) ponen a su servicio el cuerpo de una mujer durante 9 meses para que convierta en un bebé a un embrión. Es decir, alquilan su cuerpo para que les fabrique un niño.
En España el debate se ha abierto en los últimos meses de la mano, aparentemente, de Ciudadanos, que pide la regulación de los vientres de alquiler en nuestro país. Regulación que ya existe y que declara nulo cualquier contrato mediante el cual una mujer renuncie a la filiación materna en favor de terceros (artículo 10.1 de la ley sobre técnicas de reproducción humana asistida 14/2006). Pero resulta que a Ciudadanos y a los que tiene detrás (alguien piensa que un partido con un 13% de votos sea capaz de montar por sí solo esta campaña mediática a favor de los vientres de alquiler que mete día tras día artículos y artículos en defensa de la necesidad de permitir los vientres de alquiler) les parece que se debe permitir en España que una mujer sea utilizada por terceros para que puedan tener hijos, en nombre de no sé que derechos y no sé qué libertades.
El primero es el derecho de la mujer a decidir si quiere gestar el hijo de otros. Bien, veamos: no creo que exista ninguna mujer en el mundo que tenga la necesidad de pasar un embarazo para otros, no es como la necesidad de que no te asesine tu pareja, la necesidad de que no te violen o la necesidad de cobrar lo mismo que un hombre cuando realizas su mismo trabajo, por lo tanto no existe tal derecho. Enlazan aquí con la más rancia concepción patriarcal de la mujer, que encuentra su lugar en el mundo cuando tiene hijos, que dice aquello de "no hay nada más bonito que dar vida" o que respeta a la mujer porque tiene hijos. Curiosamente, la iniciativa legislativa que las asociaciones pro gestación subrogada han redactado en nombre de la libertad y los derechos de las mujeres incluye cortapisas a estos derechos y libertades al incluir en su articulado que si la mujer contratada decide abortar deberá abonar una indemnización a los padres contratantes, además del dinero que haya recibido hasta el momento, como en cualquier contrato mercantil. Retorcido que lo que para la mujer es altruismo y bondad, para los contratantes sean indemnizaciones por daños y perjuicios. El segundo derecho autoconcedido es el de tener descendencia, de formar una familia. Hay tantas familias como personas, hay tantas familias como parejas. Una pareja con 7 hijos es una familia. Una pareja formada por dos hombres es una familia. Una pareja en la que la mujer no puede tener hijos es una famila.  Como familia ya son, lo que les queda es el deseo de tener hijos propios, con su herencia genética, porque de eso se trata. Para tenerlos ya existe la adopción, pero lo que se trata de resolver es ese egocentrismo genético, ese mi hijo se tiene que parecer a mi y tener mis ojos, porque de otra manera todo el mundo sabría que no es mi hijo.

Existen varios modelos de vientre de alquiler en el mundo. En España el que nos presentan es el modelo altruista, en el que no hay explotación, en el que la mujer no debe cobrar, que se supone que es el bueno. Lo llaman altruista a pesar de reconocer cosas como que la mujer debe ser compensada económicamente por los gastos y molestias que produzca el embarazo, desplazamientos, o el lucro cesante ¿cómo se cuantifican las molestias o el lucro cesante? es ahí donde se abre la puerta a la contratación comercial, encubierta, desde luego. Pero vamos a creernos que sí, que es altruista, que la mujer contratada no tiene ningún interés económico en el caso. Entonces de lo que se trata es de que una mujer cede su capacidad reproductiva a una empresa privada, la clínica, que la convierte en capacidad productiva de la que sacar un beneficio económico al vender el producto a unos terceros, los padres contratantes, que son los que pagan a la clínica por lo que ha producido una mujer, que no ve un Euro porque es altruista. Nada de explotación ¿verdad? A la mujer se le exige que carezca de interés económico pero no se le exige a la clínica, que está para ganar dinero, ni a los padres contratantes que serán indemnizados en caso de que la mujer decida abortar. Nada de explotación, no. El modelo altruista tambíen es el mejor porque supone que la mujer no necesita el dinero y es de una posición económica acomodada. Traduzco: no pondría mi material genético en una mujer de barrio pobre, que a saber qué come y a saber dónde duerme.
No hace mucho dije en Twitter que existen tres tipos de personas que están a favor de los vientres de alquiler: los mercaderes y tratantes (clínicas de reproducción asistida que se frotan las manos ante el negocio que se avecina), los egocéntricos (que creen que su material genético es tan bueno que merece ser perpetuado). Estos dos son los verdaderos responsables de que esté subiendo el shuffle de la gestación subrogada. Y luego están los idiotas manipulados por los otros dos. Añado un cuarto tipo. Existe un seudofeminismo liberal que considera que gestar hijos para otros te "empodera". Ponerte al servicio de una clínica privada y obedecer sus órdenes en cuanto a modos de vida, alimentación etc., para tener un hijo cómo, cuando y porque otros quieran debe empoderar mucho porque conozco a muchos trabajadores así, "empoderados" que obedecen al patrón a pies juntillas, que piensan en el beneficio de este antes que en los de su clase, que siempre son serviciales con la patronal. Esquiroles los llamamos.
Guillermo Nevado (@Droga_Oporu)

lunes, 13 de marzo de 2017

LA ENERGÍA NECESARIA

De sobra es conocida la postura de cualquier comunista, y de quien quiera describirse políticamente como de izquierdas, al respecto de la necesidad urgente de nacionalizar las empresas energéticas para asegurar que un sector tan básico para la economía no sea un negocio multimillonario repartido entre unas pocas manos y para asegurar el abastecimiento del servicio a todas las personas. Esta cuestión es vital, urgente y necesaria. Tristemente éste es un debate alejado de cualquier medio de comunicación, obviado incluso en el debate ideológico de la llamada "nueva política". Sólo se trata el tema de la energía en los medios por oleadas, cuando, manejadas por las famosas manos invisibles del mercado, las empresas eléctricas tienen que tomar la triste decisión de subirnos el recibo de la luz por cuestiones muy alejadas de sus propios intereses, no vaya a ser que sus beneficios no sean tan altos como esperaban. Y las únicas ideas que se le ocurren a quienes han desterrado a la izquierda del panorama político son cosas como pedir a las eléctricas "treguas invernales" para acabar con la "pobreza energética". Obviando el insulto lingüístico que supone este concepto, la nueva política es incapaz de ver algo tan básico como que el suministro de la energía es una necesidad permanente, no estacional.

Más allá de todo esto, otro asunto directamente relacionado, y éste sí muy debatido y siempre muy mediático y parcializado, es la cuestión del modelo energético que necesitamos, es decir, de dónde debemos obtener la energía que consumimos: ¿debemos mantener las centrales nucleares? ¿Podemos utilizar únicamente las energías renovables? Y es que no podemos caer en discursos que de cara a la galería son perfectos pero que nada tienen que ver ni con la ciencia ni con la realidad.
Quizás la mayor razón por la que la energía nuclear tiene esa inmortal mala fama es que tendemos a asociarla a ciertos momentos históricos como las bombas que Estados Unidos lanzó los días 6 y 9 de agosto de 1945 sobre Hiroshima y Nagasaki, o accidentes nucleares como el de Three Mile Island en 1979, el de Chernóbil en 1986 o el de Fukushima en 2011. Quizás es interesante resaltar unos datos normalmente obviados sobre estos accidentes nucleares comparado con otros dos datos que, aunque sus causas reales y de fondo sean apenas sea tratadas, nos quedan mucho más cercano:
•El accidente de Three Mile Island no causó ninguna víctima mortal.
•En Chernóbil las víctimas mortales ascienden a, según un informe de Greenpeace, 200.000 personas . En Fukushima el accidente nuclear no dejó ninguna víctima mortal.
•En España, según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente, sólo en el año 2014 murieron 30.000 personas prematuramente a causa de la contaminación. Esta cifra sube hasta las 520.000 víctimas en toda la Unión Europea .
•En el mundo son seis millones y medio de personas las que mueren de forma prematura a causa de la contaminación causada por el uso de energías fósiles. Más de la mitad de estas muertes son causadas por el uso de queroseno y biomasa  en las zonas más pobres del mundo. El resto, tres millones, es a causa de la contaminación en las grandes ciudades. 

Es decir, en un solo año mueren sólo Europa más personas a causa de la contaminación que en toda la historia de las centrales nucleares. Y éste no es un dato puesto como curiosidad, sino porque es imprescindible saber que sin centrales nucleares sería necesario generar energía de otras maneras mucho más peligrosas tanto para el medio ambiente como para la salud pública, es decir: utilizando combustibles fósiles como el carbón o el petróleo. Un ejemplo de las consecuencias que supondría este modelo energético, está en el hecho de que  en Alemania, tras sus planes cerrar todas las plantas nucleares, se prevé que las emisiones de CO2 aumenten en 32 millones de toneladas con un parque automovilístico 100% eléctrico debido a la necesidad de generar energía a partir de fósiles .
A esto podría contraponerse que las energías renovables podrían cubrir las necesidades energéticas, pero sería un argumento, cuanto menos, sesgado. Porque si bien es cierto que las renovables son una fuente alternativa, hoy en día se quedan en eso: en una alternativa compatible pero no sustituible por dos razones fundamentales: por una parte, porque para que las renovables generen la energía que necesitamos dependemos de condiciones climatológicas (que haya viento o que llueva lo suficiente, por ejemplo) que no siempre se dan. Por otra parte, porque hoy por hoy es imposible almacenar la energía sobrante que puedan generar. Es decir, que un servicio tan básico como es el suministro de energía podría quedar suspendido en cualquier momento.

Podríamos "guardar" la energía no consumida, sí, pero a muy pequeña escala: podría construirse una batería que lo haga. Pero, por poner un ejemplo, en China existe la batería más grande actualmente creada. En términos mundanos, ocupa lo mismo que un campo de fútbol, y es capaz únicamente de dar energía  a 60 hogares durante 24 horas , obviamente insuficiente para las necesidades reales de la población. 

Otra manera existente de almacenar la energía sobrante es mediante centrales hidroeléctricas de bombeo. Esta forma de almacenamiento consiste en la construcción de embalses con dos niveles: desde un nivel inferior se bombea agua hacia un nivel superior mediante una turbina durante las horas de bajo consumo con la energía  que no está siendo utilizada o mediante una instalación de energía anexa (un parque eólico construido a tal efecto, por ejemplo), de forma que en el nivel superior es donde se almacena la energía en forma de agua. Durante las horas de mayor consumo eléctrico la central funciona como una hidroeléctrica . Pero por sus características, por su necesidad de almacenar agua en dos niveles diferentes tiene un problema importante, y es que debido a las características geográficas del terreno en el que se construya la central, ésta no puede ser construida en cualquier lugar. También su construcción y mantenimiento son caros, lo cual no significa que no sea un sistema válido y ampliamente utilizado (aunque, al menos de momento, es insuficiente para cubrir nuestras necesidades energéticas). En España este método ya es ampliamente utilizado y existen 24 centrales en funcionamiento .Todo esto significa que una probable transición a energías 100% renovables es, a día de hoy, completamente imposible de realizar. 

Por otra parte, existen ciertos mitos sobre las centrales nucleares que es necesario aclarar, como el de la "vida útil" de las centrales o el tratamiento de los residuos.
Durante muchos años desde ciertos sectores se nos ha inculcado la idea de que una central nuclear sólo puede funcionar durante 40 años. Esta premisa es falsa, aunque está basada en algo real: cuando diseñaron las primeras centrales calcularon el tiempo necesario de funcionamiento para amortizar la inversión y hacer la central rentable. Al mismo tiempo, se desconocía cómo se debilitaría la vasija  en el cual están contenidos el núcleo, el reflector, parte del refrigerante y otros componentes) por la radiación. Se hizo una estimación de unos 50 años, por lo que de forma conservadora se fijó la cifra de 40 años. Es decir, 40 años el mínimo tiempo que debería funcionar una central para ser rentable, pero no su tiempo máximo de funcionamiento. Los ensayos realizados en las muestras que se extraen de las vasijas demuestran que sufren con la radiación pero mucho menos de lo esperado. Este argumento del ciclo de vida es el más utilizado para evitar que la central de Garoña se reabra. Pero no olvidemos que para poder hacerlo ha tenido que pasar una inspección para que pueda funcionar. Dudo mucho que los técnicos que han llevado a cabo esta inspección sean unos psicópatas que quieran matarnos a todos. Aun así, Garoña aún debe implementar una serie de mejoras (ya incorporadas por el resto de centrales españolas tras el accidente de Fukushima).
El otro mito existente es el relacionado sobre los cementerios nucleares. Los contenedores en los que se guardan los residuos han sufrido toda clase de pruebas de resistencia. Una de ellas sin quererlo: Fukushima tenía contenedores en seco y sufrieron el terremoto y posterior tsunami sin ningún deterioro. El combustible está en una atmósfera de helio y se refrigera por circulación natural de aire, sin necesidad de alimentación eléctrica. Tienen blindaje biológico, es decir, que podemos acercarnos a ellos sin peligro porque la dosis es despreciable. (Información proporcionada por @OperadorNuclear)
Con todo esto no se pretende hacer apología de la energía nuclear ni despreciar las renovables. No podemos demonizar un modelo para sacralizar otro: la información es imprescindible y no es necesario ser un experto para tenerla. Y en todos nosotros está avanzar para que el sistema energético sea el mejor posible, con las máximas condiciones de seguridad y eficiencia: invertir en investigación es vital en éste y otros asuntos, porque la transición completa hacia las energías renovables es algo que tarde o temprano se dará, pero mientras no sea viable la convivencia entre la energía nuclear y las renovables es imprescindible. Por eso necesitamos con urgencia invertir en investigación pública para tener servicios públicos de calidad. No nos podemos permitir desde la izquierda caer en posiciones acientíficas y dejar en manos de la derecha el discurso racional.
  La biomasa es aquella materia orgánica de origen vegetal o animal, incluyendo los residuos y deshechos orgánicos, susceptible de ser aprovechada energéticamente. Las plantas transforman la energía radiante del sol en energía química a través de la fotosíntesis, y parte de esta energía queda almacenada en forma de materia orgánica. (Ver http://www.plantasdebiomasa.net/que-es-la-biomasa.html).
  Ver http://www.elmundo.es/salud/2016/06/27/577147fd268e3e561f8b4608.html

martes, 7 de marzo de 2017

A MIS HERMANAS


Quiero dedicar estas palabras a mis
hermanas, esas mujeres que llevan años en la lucha, esas que acaban de
empezar, esas que ni siquiera saben
o son conscientes de que la guerra
sigue, en resumen a todas las
mujeres, porque todas son mis
hermanas.
En primer lugar quiero hablar de mis
compañeras de lucha, esas mujeres
de mi generación que rompiendo
todas las barreras, comprendieron
que para conseguir resultados era
necesaria la alianza, entre nosotras y
con nuestros camaradas varones, a los que en muchas ocasiones nos tocó
educar, porque las cuestiones de género y feminismo, siempre eran
secundarías. Pero ahí estábamos
nosotras, reivindicativas, luchadoras y
con conciencia de clase, y
argumentos suficientes para hacernos
oír.
En segundo lugar quiero dirigirme a
las jóvenes que han recogido la
bandera, a esas a las que no hemos
dejado un mundo fácil. A esas a las
que quisimos dejar una sociedad
perfecta y no fuimos capaces, por eso
seguimos luchando. Quiero pediros
disculpas por no haber logrado nuestro objetivo de tener un mundo
más igualitario, probablemente nos
faltó formación. Veníamos de una
educación machista y probablemente
no supimos hacerlo mejor. Como
somos conscientes de ello seguimos
en la brecha.
En tercer lugar voy a hablar con el
corazón, con las hermanas que no
saben que la guerra sigue, que oyen
hablar de batallas, de reivindicaciones
que creen que les son ajenas. Van a
la Universidad, pueden abortar,
trabajan, comparten tareas en casa
con sus parejas, deciden si quieren o
no ser madres. Pues tengo que deciros que todo eso ni ha sido gratis,
ni es generalizado. Hoy es, otro año
más 8 de Marzo, y tenemos, una vez
más que reivindicar. Porque esta
sociedad capitalista y machista, nos
sigue matando, nos sigue
esclavizando, nos hace retroceder y
volver a luchar en guerras que ya creí
amos ganadas. Este mal llamado
liberalismo intenta convencernos y
normalizar la utilización de nuestros
cuerpos.
Hermanas, debemos unirnos y seguir,
con nuestros compañeros, los que
están a nuestro lado, seguro que
acabaremos ganando. Porque nuestra lucha es justa.

Feminismo Real

Mujer y feminista, feminista práctica, feminista del día a día. Deberían ser conceptos unidos y entrelazados entre sí. Pero parece que no, que cada día son conceptos más aislados y con menos unión. ¿El motivo? El nacimiento y mantenimiento de un feminismo teórico y burgués preocupado por si tal o cual autora es más feminista antes que por resolver los problemas de la vecina maltratada del piso de arriba.

Es necesario un feminismo combativo y real, feminismo que luche contra los problemas que sufrimos las mujeres en nuestro día a día: acoso, diferencia salarial, machismo, asesinatos machistas, insultos, maltrato, dobles y triples jornadas laborales...

Que os vamos a contar que no sepáis, mujeres del mundo. Si, vosotras y nosotras, que tenemos que levantarnos, sacar adelante la casa, preparar desayunos, enfrentarnos a una jornada laboral para sacar adelante una familia, aguantar a compañeros que te dicen que están cansados y cuando les preguntas de qué no saben que responder.

Nosotras, mujeres, que tenemos que ir de médicos, que cuidamos a los demás, pero que no podemos permitirnos el lujo de ponernos malas porque nuestras casas se vienen abajo. Nosotras, sí, nosotras, que tenemos en nuestras mentes la planificación mensual de la compra, las jornadas de limpieza, las listas de regalos para cumpleaños....Nosotras que tenemos que ponerle buena cara al jefe cuando suelta chistes machistas (aunque realmente querríamos sentarnos y explicarle unas cuántas cosas claramente). Nosotras mujeres que no sabemos de donde, además de todo lo anterior, en muchos casos, sacamos tiempo para organizarnos y luchar por nuestros derechos, porque entendemos que solas no podemos, pero con compañeras y compañeros sí, porque queremos dejarles a las personas que habiten este mundo en el futuro una sociedad mejor. Y sí, decimos con compañeros porque los hombres son necesarios también para unirse a nuestra lucha feminista. Son la otra mitad del problema y por tanto, son la otra mitad de la solución.

Nuestra jornada no se acaba nunca: la jornada laboral fuera de casa, la jornada laboral en casa, cuidar de los nuestros (porque en muchos casos sino lo hacemos nosotras no lo haría nadie), ser madre, amiga, mujer, hermana, compañera y militar organizadas...

Nuestros días no tienen fin. Y lo sabemos, y exigimos que eso cambie, queremos que se nos respete, que se nos trate como a los hombres, que en las entrevistas de trabajo no nos pregunten si vamos a quedarnos embarazadas ( ¿o acaso a los hombres también les preguntan si van a ser padres?), queremos igualdad salarial (una reivindicación totalmente actual ya que hay datos que demuestran que las mujeres trabajamos gratis 180 días al año), queremos poder ir por la calle libres y sin miedo, poder volver a casa seguras y no tener que hacernos las valientes, no tener que ir pendiente del móvil o haciendo que hablas con alguien para apaciguar nuestro miedo, queremos que se reconozcan nuestros derechos como cuidadoras, como amas de casa, como trabajadoras....Queremos llegar a casa y poder disfrutar de la casa y no en la casa haciendo las tareas del hogar, queremos tener tiempo para tener pájaros en la cabeza y dejar de ser calendarios o listas de la compra andantes. Queremos tiempo para poder vivir. Porque nos queremos vivas. No queremos que nos asesinen sólo por el hecho de ser mujeres. No queremos que nuestras ex-parejas utilicen a nuestros hijos e hijas como armas arrojadizas para hacernos daño.

Muchas son las cosas que queremos y otras tantas las que no queremos, pero todas pueden resumirse en una frase: Queremos un feminismo real que solucione nuestros problemas como mujeres y que nos permita vivir, ser libres, no tener miedo, en resumen, queremos un feminismo que nos permita ser mujeres.

El Origen De Las Brigadas Internacionales

Barcelona, 25 de julio de 1992, una flecha flamígera salida del arco de Antonio Rebollo, cruza el cielo del Estadio de Monjuic y prende mágicamente el pebetero olímpico. Unas horas antes el cuñado de un condenado por corrupción se paseaba rojigualda en ristre por el estadio y unos dias despúes el condenado en cuestión terminaba quinto en la competición de balonmano. Se acababan de inaugurar los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, los primeros organizados en Barcelona y en el estado español.
¿los primeros? NO, Barcelona ya organizó los juegos olimpicos populares y antifascistas en 1936. el mismo creador de los juegos olímpicos modernos, el Barón de Coubertin afirmo que "el deporte obrero se aproxima más al ideal deportivo”  No se trata de las primeras olimpiadas obreras, antes organizaciones ligadas a la Internacional Socialista las habían organizado en Francfort, Moscú o Viena en respuesta a la batalla nacionalista que suponían las olimpiadas burguesas, la búsqueda de gloria personal de los deportistas y el espectáculo comercial. Por el contrario en las olimpiadas obreras se priorizaban los valores de solidaridad de clase internacionalista, la superación personal y establecer relaciones entre organizaciones obreras de todo el mundo.
Berlín fue elegida por en COI en 1931 sede de los juegos de 1936 pero con la llegada de Hitler al poder nacieron ciertas reticencias en el Comité Olímpico sobre la idoneidad de la Alemania Nazi para albergar una competición internacional. Tampoco Hitler estaba entusiasmado con la idea, era más propenso al movimiento gimnástico alemán, estructurado y nacionalista. Sin embargo finalmente vió una oportunidad de promoción del nazismo y aceptó, haciendo dimitir a los miembros del comité olímpico alemán con familiares judíos. Una de las razones por las que el COI desconfiaba de Alemania era su presumible prohibición a los judíos a participar en las pruebas deportivas (las normas ollímpicas prohíben la discriminación racial o religiosa) así que, para esquivarla, Hitler permitió la participación de los judíos alemanes en los juegos aunque se la prohibió de facto al no dejarles ser miembros de ningún club deportivo ni usar instalaciones deportivas. Países como Estados Unidos, Bélgica o Francia plantearon el boicot a los juegos de Berlín, aunque finalmente todos participaron en ellos.
En este contexto, para el movimiento antifascista internacional cobró vital importancia la organización de los juegos obreros y populares como respuesta frontal no solo al olimpismo burgués sino tambíen y de forma urgente al fascismo que se extendía por Europa. Se eligió Barcelona como sede por las facilidades que el gobierno del Frente Popular daba al deporte amateur. Los juegos fueron financiados por el gobierno español, el catalán y sobre todo por el francés. Se inscribieron más de 6000 personas frente a los poco más de 4000 atletas que participaron en Berlín. Se presentaron delegaciones de naciones sin estado como Alsacia, Cataluña o Euskadi y delegaciones de exiliados italianos y alemanes. Se pontenció especialmente la participación de las mujeres y de deportistas no profesionales.
Los juegos de Barcelona debían realizarse entre el 19 y el 26 de julio de 1936 e incluían además de las pruebas deportivas reuniones políticas, manifestaciones y actividades culturales, como el concierto que daba Pau Casals el mismo dia 18 y que fue su última actuación en suelo español, con la Novena Sinfonía de beethoven en el programa. El mismo dia 18 los fascistas boicotearon el ensayo de la ceremonia inaugural cortando la luz de las instalaciones. Había estallado la guerra.
Los deportistas se vieron en ese momento en una guerra que no tenía porqué ser la suya. Un deportista belga describía en su diario la situación de Barcelona el 19 de julio: "Las calles están vacías bajo un sol abrasador (…) en la Plaza del Comercio chocamos con las primeras barricadas (…) cientos de metros más lejos vemos a unos sindicalistas armados (…) las barricadas aparecen cada 100 metros. Todas las calles laterales están bloqueadas (…) nos deslizamos a lo largo de las fachadas de las casas. Las balas silban a través de la plaza. Instintivamente doblamos la espalda y nos refugiamos en un portal (…) Vemos claramente cómo desde el campanario de una iglesia los francotiradores disparan por la espalda a los trabajadores que se encuentran tras las barricadas.” Muchos de ellos no se amilanaron y decidieron ser parte activa en apoyo a la República "somos antifascistas, no permitiremos la victoria del fascismo" y toman las armas dentro de las milicias que organizaban sindicatos y partidos de izquierda. El mismo dia 19 fallecía el atleta austriaco Mechter, considerado el primer brigadista fallecido en combate. Algunos se quedan en Barcelona, otros parten a Madrid, otros marchan a Gipuzkoa donde Mola prepara una ofensiva contra San Sebastián e Irún comandados por Jules Dumont.
Irún cae en 5 de Septiembre y apenas dos semanas después el Komintern se reune en Moscú buscando voluntarios comunistas para combatir en España. Allí se presenta la idea de las Brigadas Internacionales. Los partidos comunistas se comprometen a reclutar voluntarios dispuestos a luchar junto a los republicanos españoles y muchos de los atletas que iban a participar en las olimpiadas Obreras y populares de Barcelona se encuentran entre esos voluntarios. Los partidos socialistas apoyaron la idea aunque no reclutaron voluntarios. Más tibias, cuando no directamente contrarias, fueron las respuestas de las organizaciones anarquistas y trotskistas. París fue elegida como centro de reclutamiento internacional, desde donde se tramitaba la documentacíon necesaria y Albacete, por encontrarse en retaguardia, como centro de entrenamiento de los brigadistas. Los primeros voluntarios llegaron al cuartel de Albacete el 14 de Octubre de 1936 y el 8 de noviembre llegaban a la estación de Atocha vía Vicalvaro para desfilar en dirección a la ciudad universitaria donde, ese mismo dia, tuvieron su bautismo de fuego frente a las tropas franquistas. Habían nacido las Brigadas Internacionales.

jueves, 2 de marzo de 2017

Nacionalización y Contradicciones


Hace unas semanas, y curiosamente coincidiendo con una ola de frio, la mano invisible que regula el libre mercado capitalista decidió que el precio del Kwh de energía eléctrica iba a ser, por arte de magia, el más alto de la historia de nuestro país.

Durante todos los días que dura esta ola de frio, los informativos y las tertulias políticas abren con la “desagradable noticia” del repunte de la tarifa eléctrica y vuelven a bombardearnos con todas las soflamas habituales en este tipo de abusos por parte de las empresas (privadas) del sector energético.

La mal llamada “pobreza energética” y las puertas giratorias centran todos los debates. Al parecer los pobres energéticos no pueden pagar por alguna razón oculta que no tiene nada que ver, en absoluto, con los salarios de miseria y el desempleo y las puertas giratorias son algo nuevo y tampoco tienen ninguna relación con que un gobierno burgués no sea más que el consejo de administración de los intereses económicos de la clase dominante.

En todo el circo mediático, tan plural él, ni una sola voz tiene la brillante idea de hablar de la tasa de ganancia de estas empresas, ni de la básica ley de la oferta y la demanda ni mucho menos de la necesidad de nacionalizar los sectores estratégicos de la economía para que los servicios básicos sean accesibles a todo el grueso de la población y dejen de ser productos de lujo para un porcentaje cada vez mayor de familias trabajadoras. 

Esta reivindicación histórica de la izquierda española parecía aún más olvidada que en el programa político de la confluencia hasta que el PCE lanza una campaña exigiendo la nacionalización de las compañías eléctricas. Campaña muy de agradecer, todo hay que decirlo, cuando el nivel de contagio de la ideología del sentido común en el movimiento obrero es de un calado tan profundo.

Una campaña de actos informativos en los barrios obreros, actos en las asambleas y muy trabajada en redes. Todo muy bien. Todo de cara a la galería si tenemos en cuenta que el programa de mínimos con el que presentan al PCE en las instituciones, vía confluencia, descarta absolutamente la nacionalización de nada y mantiene que no hay alternativa al libre mercado.

La política de izquierdas de cara a la galería que llevamos padeciendo desde las últimas elecciones al Parlamento Europeo sumida en el triunfalismo y la autorrefecencia parece no estar dispuesta a atacar los intereses de la clase dominante más allá de la venta de eslóganes publicitarios. No somos comunistas para exigir nada que no estemos dispuesto a llevar a cabo, somos comunistas porque sabemos que hay una alternativa viable al sistema económico criminal que es el capitalismo.

El camino hacía el socialismo es largo y lleno de dificultades, todas ellas derivadas de la confrontación directa de los intereses de la clase dominante con los de la clase trabajadora que, aunque hay quien se empeñe en negarlo, son antagónicos y si no estamos dispuestos a presentar batalla mejor nos quedamos en casa calentitos si es que nos da para pagar la factura del gas.

De lo absurdo de lanzar una campaña contra la OTAN después de haber compartido candidatura con el Carnicero de Libia ya hablamos otro día que hoy me da pereza.

Sergio Escudero